Gestión de la energía
GESTIÓN DE LA ENERGÍA.
Objetivo del área: Brindar a los clientes, internos y externos, una solución eficiente a las necesidades de alimentación energética, así como optimización de consumo eléctrico, haciendo uso de tecnologías de vanguardia, enfocando las soluciones en beneficios económicos, de productividad y
comodidad para el cliente.
• Sistemas de Respaldo de Energía (UPS, Plantas de Emergencia).
• Sistemas de Generación de Energía Limpias (Solar, Eólica).• Sistemas de Iluminación (Ahorro Energético).
• Optimización del Consumo Eléctrico (Domótica).
• Monitoreo de Red Eléctrica.
• Protección a la Red Eléctrica (Tierra Física, etc).
• Mantenimiento Preventivo y Correctivo.
¿Cómo se realiza una Gestión Energética?
PASO 1: Realización de un correcto análisis de la situación inicial: Diagnosis Energética.
Sirve para establecer los parámetros iniciales de ahorro a corto y medio plazo
dentro de este análisis y como pieza fundamental del mismo, se encuentra la realización del flujo de grama del uso de la energía. Es decir, cómo se consume la energía y establecer a su vez una línea base de demanda y consumo.
Puede resultar necesaria la instalación de equipos de medición de cualquier tipo de energía.
En este paso pueden conseguirse ahorros superiores al 20% simplemente con una adecuada optimización de las instalaciones.
PASO 2: Establecimiento de aquellas medidas que puedan necesitar pequeñas inversiones y la valoración de sus amortizaciones que no deben superar los 5 años.
PASO 3: Evaluación, control y gestión de los planes de mantenimiento e instalación de equipos (asegurándose que se cumplen las normativas y los parámetros de eficiencia prefijados).
PASO 4: Establecimiento de aquellas medidas de largo plazo y grandes inversiones.
El planteamiento general de la gestión energética, es que con los ahorros conseguidos se puedan realizar todas aquellas acciones que produzcan un ahorro rápido y directo.
Sistemas de Gestión de la Energía.
Constantemente las organizaciones buscan mejorar su gestión en general, y para ello, establecen estrategias para aumentar y mejorar su eficiencia, a la vez que se reducen costos.
El enfoque puede hacerse en el servicio, los insumos, las ventas, la estructura o en las personas. Actualmente, muchas empresas están gestionando sobre sus insumos estratégicos, como por ejemplo la energía, procurando producir más con menos o reducir sus consumos y costos de energía.
Algunas optan por hacerlo de una forma estructurada y sistemática, mientras otras pueden hacerlo a partir de resultados de asesorías como auditorías energéticas o bien la detección de mejoras desde dentro de la organización.
De manera general, los cambios de tecnologías puntuales, sin el debido acompañamiento sistemático de las organizaciones, no genera valor ni consistencia a lo largo del tiempo. Así, los beneficios que resultan de este tipo de iniciativas, como la reducción de costos y emisión de gases de efecto invernadero, demuestran ser puntuales y, muchas veces, efímeros.
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